No existe el "no es mi problema". La organización se forma con la colaboración de todos sus miembros. Si uno de ellos detecta una irregularidad o no conformidad tiene la obligación de informar y transmitir la información necesaria al Responsable correspondiente, y no desentenderse hasta que haya sido correctamente trasmitida.
No se puede transmitir un problema sin una propuesta de solución, o al menos una aproximación de la misma. No importa el nivel jerárquico ni la dirección en la que se transmita, las aportaciones y el ofrecimiento de colaboración para la solución de problemas ajenos debe ser la norma.
No podemos hacerlo todo, hay que aprender a decir que NO en ocasiones.
La clave no es procesar tareas, hay que poner el foco en los RESULTADOS, priorizando lo que te acerque a tus OBJETIVOS.
La clave es preguntar "¿cuándo lo necesitas?". Muchas veces nosotros somos los que adquirimos compromisos de tiempo no necesarios.
Terminar una tarea VALE DOBLE, es importante coger temas y cerrarlos completamente.
Las tareas grandes hay que dividirlas en bloques, y hacerlas poco a poco, bloque a bloque.
Las tareas hay que hacerlas en bloque (reuniones, llamadas, emails), evitando interrupciones, de esa manera se tiene mayor enfoque en ese tipo de tarea.
La energía la tenemos a primera hora de la mañana, las tareas más importantes y más pesadas tienen que realizarse en esas horas.
Cuesta entre 5 y 25 minutos volver a concentrarse. Las interrupciones constantes matan la productividad.
Se puede ser multi-proyecto (trabajar en varios proyectos a la vez), pero no multi-tarea (trabajar en varios temas a la vez). Se consume energía sin foco.
La traducción literal de la palabra japonesa Kaizen significa “cambio a mejor” o “cambio bueno”. Estas 10 claves no son unas normas rígidas, pero sí una orientación de cómo trabajar en la búsqueda de la mejora continua:
Tener una visión global del trabajo a realizar. No solamente hay que pensar la organización en el corto o medio plazo, sino que hay que adelantarse y prever las necesidades de la empresa más a largo plazo. Así, la organización puede adaptarse más rápidamente a cualquier cambio que pueda surgir en el entorno.
Construir confianza. La confianza es el elemento principal del trabajo en equipo. Impulsa un ambiente donde todos los participantes conozcan las habilidades de los demás, entiendan sus roles y sepan cómo ayudarse mutuamente
Marcar objetivos comunes. Los trabajadores tienen que sentirse partícipes del desarrollo del día a día. Para ello, hay que fijar objetivos comunes para fomentar la cooperación y el trabajo en equipo.
Crear un sentido de pertenencia. El factor más poderoso en la creación de equipos es el desarrollo de una identidad común. Define qué identifica a tu equipo, fija valores y haz que cada miembro sea consciente de su impacto en el grupo.
Elaborar un plan de trabajo. Confeccionar un documento en el cual se estipulen las tareas a realizar por cada persona y en qué plazos tienen que estar terminadas. Según la evolución del desempeño y posibles imprevistos que puedan surgir, se puede revisar con el paso del tiempo.
Involucrar a tu gente en las decisiones. Impulsa la generación de ideas, abre tu mente y motiva a cada empleado a compartir su opinión. Si tienes esta retroalimentación, será más fácil implementar cualquier cambio o estrategia.
Hacer que haya un entendimiento entre las partes. Es muy fácil criticar o subestimar el trabajo de los demás cuando uno no lo conoce o no lo ha ejecutado. Para crear empatía entre tus trabajadores, realiza ejercicios de rotación entre áreas. Así cada miembro sabrá en qué consiste la labor del otro y cómo puede contribuir a hacerlo mejor.
Motivar la responsabilidad y el compromiso mutuo. Cuando una persona es parte de un equipo, sabe que los logros o fracasos son responsabilidad de todos y cada uno de los miembros. No fomentes la mentalidad de “éste no es mi problema”; haz que los problemas y los aciertos sean compartidos.
Impulsar la comunicación. Es imprescindible que circule la información a todos los niveles, tanto dentro del mismo grupo de trabajo como entre departamentos. Los verdaderos equipos se escuchan y retroalimentan. Están dispuestos a cambiar de opinión y a crear estrategias en conjunto.
Celebrar los éxitos grupales. Aunque es importante también reconocer el trabajo individual, es clave que las recompensas se den por resultados en equipo. Cuando algo sale bien, reúne a todos los implicados y agradéceles su trabajo. Procura destacar el papel de cada uno, pero celebrar el resultado grupal
Liderar. No te “laves las manos” y sé parte del equipo. Como responsable tendrás que llegar a consensos y tomar decisiones, con base en las ideas y opiniones de tu equipo.
Planificar: tiene como finalidad definir un plan de trabajo que analice:
Organizar: realizar los planes operativos de trabajo. Se realizan estableciendo::
Ejecutar: desarrollar las tareas incluidas en el plan
Evaluar: por una parte, hay una evaluación continua del trabajo de cada persona. En caso de ver que no se pueden conseguir los objetivos o que algún procedimiento no es el adecuado, redefinirlo. Más vale hacerlo durante el desempeño que no tener, al final, que rehacerlo todo desde el principio. Del mismo modo, al acabar el trabajo, evaluar si se han cumplido los objetivos fijados o no.
Cualidad y calidad del trabajo
https://www.inc.com/the-muse/good-bosses-remember-to-do-these-11-things-everyday.html
https://www.inc.com/kevin-daum/10-things-really-amazing-bosses-do.html
https://www.inc.com/john-brandon/10-best-boss-traits-ranked-in-order-of-what-makes-.html